
Nada más reunirnos con nuestro cliente Skanska nos dimos cuenta de que este proyecto no sería nada normal. Nada de eso. El Oslo Cancer Cluster Innovation Park proyectado por Dark Arkitekter era un complejo de 1.500 millones de dólares de inversión público-privada en el que se traían a un mismo lugar de Oslo la investigación, sanidad e industria de la oncología. Es la consecución de la visión de Jonas Einarsson para crear el mejor centro de Europa para la educación, investigación e industrialización oncológica con el fin de reducir los plazos para desarrollar nuevos medicamentos y fórmulas de diagnosis del cáncer. Pero probablemente la parte más innovadora fue la idea de integrar en el complejo el instituto Ullern High School con capacidad para 900 estudiantes, científicos e investigadores. Y ahí aparecimos nosotros con nuestras butacas.
La zona del instituto tiene una magnífica sala organizada en gradas en la que se celebran charlas, clases magistrales y todo tipo de actos formativos; se nos pidió una solución que fuese cómoda, permitiese una buena visibilidad y, sobre todo, tuviese integrada una mesa para la escritura. Así que elegimos nuestro modelo Javier College y modificamos su estructura para la fijación al frente de la grada: conseguimos que las líneas isópticas fuesen óptimas y la sala fuese mucho más fácil de limpiar. Después elevamos la altura del respaldo para que los usuarios tuviesen la mesa de escritura a la altura idónea e integramos un perfil con enchufes bajo la mesa según indicaciones del cliente.
Y como no podía ser de otra manera también aprovechamos y personalizamos la butaca al gusto del cliente: primero chapeamos todas las partes de madera en un color muy específico de melamina, después tapizamos las butacas con un tejido espectacular de la serie Phoenix de Camira Fabrics, y finalmente pintamos todas las partes metálicas en el color RAL que más se asemejaba al color de la madera
Los tiempos cambian también en el equipamiento de los centros educativos; y si no fijaros en esa aula que antes sólo se usaba para las clases ahora y que ahora se ha convertido en una sala de conferencias, donde la pizarra es ahora una pantalla táctil multimedia y ya no hay incómodos bancos de madera sino butacas ergonómicas con tomas de electricidad, datos e iluminación LED.